Cinco puntos que debés tomar en cuenta para el “arranque” de las clases
Antes de entrar a la universidad, imaginaba escenarios que, al ser comparados con la realidad de ser universitaria, compartieron pocas semejanzas. Es esta pues, una lista de recomendaciones basadas en las lecciones que me ha tocado aprender a las buenas y a las malas. Y si bien, ya vamos por la cuarta semana de clases, nunca es tarde para ponerse al día... ahora es cuando inicia lo bueno.
1. Tené claras tus prioridades
Recordemos definir nuestras metas y tomar decisiones será más sencillo. Al introducirnos a un nuevo mundo o al llenarnos de planes para otro año académico, solemos desviarnos de la meta principal: aprender. Por ende, debemos categorizar las actividades en cuanto al grado de importancia e ir enfocando una por una conforme vayamos cumpliéndolas.
2. ¡Ahora la agenda será tu mejor amiga!
Mi parte favorita consiste en las oportunidades que la universidad nos ofrece: podemos practicar algún deporte, ingresar a un club, ir a eventos culturales; en fin, las posibilidades son diversas y siempre entretenidas; pero, cuando conjugamos las clases con actividades extracurriculares, es posible llegar a perdernos en un laberinto de responsabilidades del cual sólo vamos a salir si tenemos un medio para organizarnos.
¿No sabés cómo organizarte? acá te comparto una herramienta.
3. El tiempo es valioso ¡basta de procrastinar!
A veces caemos en el vicio de procrastinar; es decir, posponer las obligaciones. Uno de los errores más frecuentes que cometemos tanto los estudiantes de nuevo ingreso como los de reingreso, es desperdiciar los espacios libres que tenemos entre las clases “porque lo voy a hacer más tarde, mejor”; pero el “más tarde” nunca llega. Aprendamos a valorar y aprovechar el tiempo por muy insignificante que nos parezca el lapso libre.
4. A comer y dormir, ojo: lo suficiente
Cuando digo que aprovechemos el tiempo al máximo, no me refiero a privarnos de las actividades que nos mantienen vivos, por ejemplo: comer y dormir; pues si no atendemos el cuerpo no vamos a rendir en ningún aspecto y nuestro desempeño intelectual va a decaer. Por ende, comer lo suficiente, de manera sana y priorizar ocho horas de sueño, es muy importante.
5. Integrate, conocer nuevas personas te abre nuevos horizontes
Dicen que en la universidad se forjan las verdaderas amistades, aprovechemos ese espacio para conocer a otras personas, aprender de sus puntos de vista y respetar la diversidad que ello promueve. Dicen que somos el promedio de las cinco personas con las que más convivimos, así que procuremos rodearnos de mentes positivas que aporten algo productivo a nuestra vida.
En conclusión, debés tomarte las cosas con calma, pero no demasiada. Mantener la mente despejada, con los objetivos organizados. “No se aprende para el examen, sino para la vida” y mientras veamos las obligaciones como el material que forjará las bases de nuestro carácter, vamos a disfrutar aún más el tiempo en la UCA. La clave está en el balance y la disciplina.