Érase una vez una tilde
Érase una vez una tilde que no encontraba lugar en ninguna palabra. Veía cómo la estudiante colocaba puntos y comas en su ensayo, pero aún no tildaba ningún vocablo. Antes de terminar, la joven recordó que en primaria le enseñaron que debía “pintar” el acento donde, al decir la palabra en voz alta, escuchara la mayor fuerza de voz. Así, tildó ‘amár’, ‘Amazónas’ y, por instinto, ‘terminarón’. Pero, la tilde se sentía incómoda en todas esas vocales.
Indistintamente que nos refiramos a esta grafía como tilde o acento —ambos términos son equivalentes—, saber dónde es correcto colocarla puede ser confuso. Ya sea por descuido, o porque en realidad no estoy segura de cómo se escribe una palabra, me ha tocado representar el papel de la estudiante del ejemplo. Mas consultar libros de ortografía me ha ayudado a comprender mejor el uso de esta rayita que puede comportarse a veces muy necia y caprichosa.
En secundaria, la tilde —junto con Darío—causaba dolor de cabeza. Las normas de acentuación era un contenido que siempre formaba parte del plan de clase. Así, cada año, repetíamos la exposición sobre la famosa regla de las palabras agudas, graves y esdrújulas.
Mi compañero solía explicar que las palabras agudas son aquellas cuya mayor fuerza de voz se encuentra en la última sílaba, y, deben tildarse únicamente si terminan en ‘n’, ‘s’ o vocal. Es decir, es permitido marcar el acento en ‘canción’, pues termina en ‘n’, pero no puedo hacerlo en ‘amar’, pese a que es una palabra aguda, porque su consonante final es ‘r’.
En mi turno, me correspondía exponer lo importante que es identificar cuándo una palabra corresponde a la clasificación de grave o esdrújula. Igualmente, se determina según la ubicación de la sílaba tónica. Entonces se clasifica como grave aquella palabra cuya mayor fuerza de voz recae en la penúltima sílaba. Estas se acentúan siempre que no terminen ni en ‘n’, ‘s’ ni vocal. Por ejemplo, yo puedo tildar ‘lápiz’, pero no puedo hacer lo mismo en ‘Amazonas’, pues esta última finaliza con la consonante ‘s’.
Tomen nota de la regla de las palabras esdrújulas por si alguien decide escribir mi nombre. Las palabras esdrújulas, así como las sobreesdrújulas, se acentúan en la antepenúltima sílaba o en las sílabas anteriores, siempre llevarán tilde. Así que no olviden el acento en palabras como ‘Brígida’, ‘término’, ‘polisémico’ y ‘último’.
El truco para no confundirse, es identificar a qué clasificación corresponde la palabra que estamos escribiendo. Una vez que hemos determinado si es grave, aguda o esdrújula, solo tendremos que recordar cuándo es correcto tildarla.
Es preciso tener cuidado con la tilde: es tan poderosa que puede cambiar el significado de una palabra, en este caso se le conoce como tilde diacrítica. Asimismo, es importante pues, como lo explica Santyago Moro (2014), “la tilde (…) nos permite ser capaces de leer una palabra y pronunciarla exactamente como se debe, aunque no la conozcamos ni la hayamos escuchado jamás” (p. 35).
Referencias
Moro, S. (2014). Cómo escribir correctamente. España: Mestas.