Textos académicos y reflexión personal
Imaginemos que nos asignan redactar un ensayo sobre cómo se relacionan el género y la religión. Necesitamos conocer los conceptos básicos, y buscamos en Google. En 0.32 segundos, el buscador nos provee de 13,400,000 resultados; ¿hace falta información? No. En la web se nos ofrece mucha. Pero, además de que precisamos estrategias de búsqueda para hallar informaciones confiables, debemos estar conscientes de que estas no nos aseguran el conocimiento sino por medio de la reflexión, sobre la cual es precisa construir todo texto académico.
Información en la web
Para encontrar información científica en la web, debemos manejar técnicas básicas. Así como los mecanismos de búsqueda booleana, cuyo uso permite obtener resultados más afines a nuestras necesidades. Otros recursos que, como estudiantes,necesitamos conocer son las bases de datos y los repositorios. La Universidad Centroamericana está asociada, por ejemplo, a EBSCO, donde se albergan documentos científicos de diversas materias, y a VLEX, donde se hallan estudios sobre temas jurídicos. Pueden aprender a usarlas con estos videos elaborados por Jimmy Sevilla, miembro de la Biblioteca José Coronel Urtecho: tutorial EBSCO y tutorial VLEX.
(Si quieren conocer más recursos referidos a la gestión de información en la web, les será de ayuda consultar el blog del Programa Integral para Potenciar las Competencias Informacionales).
Reflexionar para escribir
Como se nos enseña en las asignaturas básicas sobre el idioma, existen tres niveles de comprensión lectora: literal, cuando nos limitamos a repetir las palabras del texto leído; interpretativo, cuando podemos expresar las ideas del escrito de manera distinta a como las leímos; y aplicado, cuando relacionamos las proposiciones de la lectura con nuestros presaberes y experiencias. Los últimos dos niveles se logran por medio de la reflexión, y permiten a lectores y lectoras aprehender los contenidos de sus lecturas, y, por tanto, ser capaces de:
1. Comprender el tema investigado 2. Elegir una postura y 3. Generar ideas propias
Los textos académicos, como los ensayos, las reseñas y los artículos científicos, requieren estos elementos para alcanzar la calidad deseada. Por ejemplo, un ensayo crítico en que nos limitemos a reiterar los argumentos del material analizado, sin que tomemos una postura ante ellos ni agreguemos ideas propias, no logra su cometido. Si, en cambio, por medio de la reflexión formulamos una postura y consideraciones personales sobre el tema abordado, y las escribimos, nuestro producto será más valioso.
Escribir para reflexionar
Es posible practicar las lecturas interpretativa y aplicada a través de métodos como el parafraseo, los comentarios al margen y el subrayado. En el artículo “¿Qué voy a escribir?” recomiendo, además, tres ejercicios que son útiles para generar ideas propias: tener una libreta donde anotar las reflexiones personales, usar métodos como “la lista de ideas” al empezar la redacción de un escrito, y utilizar “la matriz de parafraseo”, en la cual se articulan argumentos a partir de los textos leídos.
De nada nos sirve disponer de suficiente información científica si no la abordamos de manera reflexiva, pues los textos académicos requieren de elementos que provee la reflexión personal –como las ideas y posturas propias–, y no de repetir y catalogar las consideraciones de otros autores. Es necesario, entonces, que alumnos y alumnas practiquemos las técnicas de escritura reflexiva necesarias para lograr textos académicos de calidad.